lunes, 10 de diciembre de 2012

En el mercado medieval

Como cada año, llega el puente de la constitución. Y como cada año cuando nos planteamos que hacer esos cuatro días sale la misma propuesta: ¡Vamos al Mercat Medieval de Vic!
Un mercado medieval es una cosa en la que se supone que ponen puestos para comprar productos como los que había en la edad media, y de paso ponen puestos de oficios antiguos, pasacalles, etc..... Pero en realidad es "vamos a comer, luego comemos y despues seguimos comiendo". Tú entras al mercado medieval  y lo primero que te viene es un olor a butifarras a la brasa que te hace salivar de inmediato. Y aunque has desayunado hace poco y a esas horas lo que normalmente te pide el cuerpo es un café con leche con una magdalena, tu hueles las butifarras y el estómago te empieza a hacer runrun.
En el mercado medieval hay cuatro tipos de puestos: el de madalenas, cruasanes y panes gigantes, el de embutidos y quesos, el de artesanía variada y el de vender bocadillos de butifarra. Si estás a dieta, mejor ni aparezcas por ahí, porque eso es el purgatorio, te pasas el día con hambre. Y como encima es Vic, y es diciembre, hace un frío que te mueres, y nada más entrar ya cae un vasito de chocolate caliente con una coca. O un vaso de vino caliente con especias según. Y ale, llevas ahí diez minutos y ya has enviado la dieta a la porra....
Sigues paseo y te encuentras con esto:

¿A quien están esperando? ¿A Obelix? Pero ese no era medieval, ¿no? En fin.
Tu vas paseando y a todas horas te cruzas con gente con un bocadillo de butifarra. Da igual la hora, a las diez de la mañana ya estaban comiendo y cuando nos fuimos a las cinco aun había gente con el bocadillo de butifarra en la mano. Yo creo que han batido algún record de la mayor cantidad de bocadillos de butifarra vendidos en un fin de semana. Pero seguro, vamos. 
Los puestos de artesanía son otro tema curioso. Tienes el típico puesto de pulseritas y colgantes, que para que parezca medival son de cuero con algun abalorio. Luego abundan los de piedras mágicas para todos los males. Y como en Vic hace mucho frío, hay muchos puestos de gorros y bufandas de lana, que son igual que las que hay en cualquier tienda pero les ponen el cartelito de "hecho a mano" y te clavan lo que les da la gana. Por un gorrito para Miniyo me pidieron 22 euros. "es que es 100% lana". Pues bueno, pues vale, pues me alegro, pero jolines, ¡que es un gorro! 

Mención aparte merecen los puestos de jabones artesanos que curan todos los males. Este es el que menos entiendo. ¿no se suponía que en la Edad Media eran unos guarros y no se lavaban nunca? Y claro, son artesanos, seis o siete euros por una pastilla de jabón, según el tenderete. 
Y otro clásico del Mercat Medieval es el paseo en burrito o pony para los enanos, que es la razón por la que Miniyo siempre quiere ir. 

Miniyo y su Best Friend que este año vino con nosotros mirandose los ponys y pensando, uuuy, a ver si vamos a ser muy mayores para esto....
A los ponys hay que ir lo primero, porque es poner un pie en Vic y escuchar: "y los ponys, no veo los ponys, me puedo montar en pony, eh, mama, eh, puedo, a que si, porfaaaaaaaa". Lo malo es que cuando ya ha subido la canción es: "¿me compras algo, mama, porfa, me compras algo, una pulsera, una bufanda, porfa, porfa?" Ay, paciencia.
En fin, que como cada año, Vic es muy bonito, hace mucho frío y hay muchísima gente. El año que viene seguramente volveremos.
Ah, y el bocata de butifarra estaba buenísimo.









2 comentarios:

  1. No te perdono que haya ido sin mi... ya sabes que yo soy la namberjuan en comerdetó... ainsss que envidia... malsana encima!!!

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  2. Uy, a ti me gustaría verte ahí, nena. Te ibas a pasar el día con algo en la boca, es la tentación continua. Algun año tienes que venirte!

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